Martha Bernal/Grupo Marmor.
Desde el 2020 las mujeres mexicanas se han organizado para realizar un paro nacional, como propuesta del colectivo feminista Las Brujas del Mar, un día de reflexión de lo que sería un país sin nosotras.
Este movimiento se dio por primera vez en 1975 en Islandia, cuando el 90% de las mujeres participaron en una huelga masiva y no trabajaron, con el objetivo de recalcar la importancia de las mismas en la fuerza laboral, así como protesta contra la brecha salarial y la violencia patriarcal, a esto lo llamaron Día Libre de la Mujer o Kvennafrí.
En 2017 tomó mayor popularidad de manera internacional, aunque fue hasta el 2020 que se propuso replicarlo en México: primero se convoca a una marcha el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, para desaparecer al día siguiente de las calles, trabajos y lugares públicos, ya sea parando laboralmente o paro económico (evitar transacciones como gasolina, comida, depósitos, etc.).
Esta forma de protesta impactó la economía paralizando al menos 40 mil millones de pesos en todo el país.
Esta protesta es en respuesta a las desigualdades que atravesamos como mujeres, en México hay al menos 10 feminicidios diarios, con una tasa de impunidad del 95%. El 9M plantea la pregunta “¿qué pasaría sin nosotras?”.