Fer Coronel/Grupo Marmor
Tzintzuntzan, Michoacán; 15 de marzo del 2024.- Desde el espacio dedicado a las Cocineras Tradicionales se sube por la Av. Las Yácatas para llegar a la Zona Arqueológica de Tzintzuntzan, en el momento en que se entra al recinto ya se puede oler el copal y sentir un aura misteriosa que te insista a entregarte a la experiencia.
La organización el primer día se notó fluida y rápidamente las y los asistentes pudimos encontrar nuestro lugar sin problemas, se dio primera, segunda y tercer llamada para comenzar con un Vídeo Mapping acompañado del grupo musical Jadex, sonidos prehispánicos, sobre el origen del universo, los dioses y la raza purépecha, cuando de repente bajaron los telones y revelaron la vista de las Yácatas iluminadas al fondo, creando una emoción inmensa en los espectadores.
#VIDEO #Kuinchekua2024 #Michoacán | 🥳➡️ Así se vivió el primer día del K'uínchekua 2024, dedicado a honrar a las infancias que están aprendiendo a preservar y seguir con las tradiciones culturales de Michoacán. 👀👇 pic.twitter.com/hSppdBGrcs
— Grupo Marmor Multimedios (@Grupo_Marmor) March 15, 2024
Se pidió permiso a los dioses y comenzaron el juego de pelota en llamas, Uárhukua Ch’anakua, con un juego ávido y deslumbrante, hubo un momento en que la bola se salió del escenario pero la seguridad supo mantener bajo control la situación en todo momento; se continuó con la presentación de los artistas portadores de la tradición con representaciones como la Danza de los Tsapichus de la comunidad de Sicuicho, la destacable y admirable participación de la “Banda Sinfónica Infantil y Juvenil de las Escuelas de Música Tradicional del Estado de Michoacán” así como de las infancias de la “Banda Sinfónica de la Escuela de Música de Ihuatzio” que ofrecieron un espectáculo de excelente calidad y profesionalismo.
Fue durante la representación de la Danza de los Viejitos de Jarácuaro, que hace referencia a la siembra (por eso el uso del bastón), se elevaron los drones para ofrecer un show de luces que dejó a todo el público impresionado y con las lágrimas al borde se podían escuchar los gritos alegres de “¡Viva Michoacán!”