El pasado 29 de enero, falleció Shigeichi Negishi, el visionario responsable de cambiar la industria del entretenimiento para siempre con la creación del karaoke. Aunque su muerte ocurrió hace algún tiempo, su difusión ha sido reciente, dejando un vacío en los corazones de millones de amantes de la música en todo el mundo.
Nacido en Tokio, Japón, en 1923, Negishi dedicó gran parte de su vida al mundo de la electrónica, dirigiendo una empresa en crecimiento. Sin embargo, su pasión por la música fue lo que desencadenó un momento de inspiración que marcaría un hito en la historia del entretenimiento.
La idea del karaoke surgió de un comentario aparentemente trivial hecho por un amigo en el trabajo, quien no elogió la habilidad vocal de Negishi, sino que se burló de ella. Este comentario despectivo desencadenó una brillante idea en la mente de Negishi: ¿y si pudiera cantar acompañado de música de fondo, sin necesidad de una orquesta completa?
Con esta visión en mente, en 1967, presentó su primera máquina de karaoke, la Sparko Box, dando inicio a una revolución en la forma en que las personas disfrutan y participan en la música. Aunque Negishi nunca patentó su invento, su legado es innegable. Su hija, Atsumi Takano, relata que su padre encontraba satisfacción al ver cómo su idea se convertía en una cultura global de diversión a través de la música.
A pesar de que su invento se convirtió en un fenómeno mundial, Negishi no logró obtener grandes fortunas económicas. De hecho, abandonó la producción de la Sparko Box debido a conflictos con músicos y dificultades en las ventas puerta a puerta. Sin embargo, su contribución al mundo del entretenimiento es invaluable.