Monserrat Hernández/Grupo Marmor
La Asamblea General de la ONU decretó en la resolución 66/281 de 2012 que el 20 de marzo se celebrase el Día Internacional de la Felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
La resolución reconoce además la necesidad de que se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos.
Es por ello que, en 2015, el organismo estableció los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible, con los que se pretende atacar algunas de las problemáticas, que en la actualidad atraviesa el planeta entero.
Entre los temas más importantes para abordar, están tres relacionados directamente con lo que puede representar más bienestar y felicidad a todos los habitantes del planeta Tierra y ellos son: erradicar la pobreza, reducir al mínimo la desigualdad en el mundo, así como cuidar y proteger al planeta.
Es de señalar que, aunque a través de los años, siempre se han celebrado los días que han sido, hasta cierto punto, emblemáticos para los hombres como por ejemplo las luchas contra enfermedades, logros o descubrimientos científicos, derechos humanos, etc., no existía un día para celebrar algo tan importante como es el derecho a la felicidad.