En medio de la incertidumbre que ha envuelto a Culiacán, las autoridades se han visto en la difícil tarea de esclarecer los eventos ocurridos. El reporte inicial de 40 personas desaparecidas ha generado pánico entre los habitantes, pero las declaraciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) han indicado que solo se han denunciado 15 casos pertenecientes a tres familias, arrojando dudas sobre la veracidad de la información.
La presencia abrumadora de policías estatales y municipales, así como los sobrevuelos de helicópteros, han alimentado el miedo en la capital de Sinaloa. La falta de información precisa sobre los presuntos secuestros masivos ha exacerbado la tensión e inseguridad en la región, dejando a los residentes en un estado de alerta constante.
A pesar de los intentos del gobernador Rubén Rocha Moya por calmar los ánimos, instando a la población a disfrutar de las vacaciones de Semana Santa, las dudas persisten. Con más de 17 horas transcurridas desde las primeras llamadas de emergencia, la ausencia de comunicados claros sobre el número de víctimas, sus identidades y los responsables, ha dejado a la población en la oscuridad.
La difusión de una imagen que sugería un toque de queda solo contribuyó a la confusión. Aunque inicialmente se atribuyó a la SSP, la propia dependencia desmintió la medida, exhortando a la población a no caer en rumores y mantenerse informada a través de canales oficiales.
En medio de este caos, se ha especulado sobre la posible conexión entre los eventos y un enfrentamiento entre grupos criminales. Aunque las autoridades no han confirmado esta hipótesis, no descartan ninguna línea de investigación, dejando a la población en vilo sobre lo que podría deparar el futuro.