Una bebé que fue declarada fallecida poco después de nacer, y que sorprendentemente recuperó signos vitales durante su funeral, finalmente falleció el sábado pasado en el Hospital Regional de Ciudad del Este, según confirmó el director de la institución médica.
La niña, nacida por cesárea a los siete meses de gestación y que pesaba solo 400 gramos, estuvo internada en cuidados intensivos durante seis días antes de su fallecimiento por un paro cardiorespiratorio. A pesar de los esfuerzos de reanimación, su corazón dejó de latir aproximadamente a las 21:30 hora local.
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El sorprendente episodio ocurrió cuando la bebé, previamente declarada muerta y velada en su funeral en Minga Guazú, manifestó signos vitales mientras su familia se preparaba para enterrarla. Tras ser trasladada al hospital, la pequeña permaneció en cuidados intensivos, donde lamentablemente no logró recuperarse.
