El futbolista francés François Tamuzo atribuye su prematuro retiro del deporte a los efectos físicos que sufrió tras recibir tres dosis de la vacuna contra el Covid-19 en un lapso de un año entre 2021 y 2022. Ahora, planea emprender acciones legales contra dos fabricantes de vacunas, así como contra la Federación Francesa de Futbol (FFF).
Después de la segunda y tercera dosis de la vacuna en agosto de 2021 y marzo de 2022, respectivamente, Tamuzo experimentó dolores musculares y lesiones que él relaciona directamente con las inmunizaciones. A pesar de una operación exitosa en su tendón de Aquiles, no logró recuperarse completamente y no pudo volver al futbol con su rendimiento habitual.
Tamuzo está decidido a llevar su caso a los tribunales y demandar a dos laboratorios alemanes responsables de la fabricación de las vacunas. Su abogado argumenta que, a pesar de dos años de dificultades médicas, los efectos adversos de las vacunas no han sido cuestionados, aunque ahora se reconoce su existencia.
La audiencia en el Tribunal Judicial de París, programada para el 2 de julio, determinará si se nombrará un equipo de expertos para investigar la posible relación entre las vacunas y los problemas físicos del jugador. Tamuzo describe su situación actual como incapacitante, afectando su capacidad para caminar largas distancias o incluso para correr, lo que refuerza su convicción de que las vacunas desempeñaron un papel crucial en su retiro prematuro del futbol.