Monserrat Hernández/Grupo Marmor
Cada 10 de mayo en México se celebra el Día de las Madres, una de las fechas más importantes para los mexicanos; ya que, en el país, la familia, especialmente las madres, son miembros fundamentales en el núcleo familiar.
La celebración del Día de las Madres tiene un fuerte arraigo, alcanzando distintas dimensiones, como la religiosa. Entre los católicos la veneración por la Virgen de Guadalupe tiene una gran influencia en la importancia de las madres para los mexicanos.
Sin embargo, la conmemoración tiene un origen muy antiguo. De acuerdo a registros históricos, las primeras celebraciones de las madres se remontan a la Grecia Clásica, donde se festejaba a la diosa Rea, madre de Zeus.
Posteriormente, durante el imperio romano, la festividad se llamó Hilaria y se celebraba durante tres días en el templo de Cibeles.
En su origen contemporáneo, y refiriéndonos al caso especifico de México, este se presentó como una iniciativa de Rafael Alducín, director del periódico Excélsior, quien en 1922 aprovechó el medio para promover la festividad.
Posteriormente, José Vasconcelos, entonces Secretario de Educación, respaldó la propuesta en colaboración con la Cruz Roja y la iglesia católica.
El día se ubicó en mayo siguiendo la tradición del mes de la Virgen María, posteriormente, en el año 1923, el papa Pio XI, dio su respaldo a la idea de Rafael Alducín, popularizando la fecha con más fuerza.
El 10 de mayo de 1949, por la notoriedad del día y su significado, se logró la propuesta de erigir un gran monumento en honor a las madres, ubicado en el Jardín del Arte en Ciudad de México, capital del país.