Richard “Rick” Slayman, de Weymouth, Massachusetts, quien se convirtió en la primera persona viva en recibir un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente, falleció aproximadamente dos meses después de la intervención. El trasplante se llevó a cabo en el Hospital General de Massachusetts en marzo pasado, donde los cirujanos tenían expectativas de que el riñón de cerdo funcionara durante al menos dos años.
El equipo médico expresó su pesar por el fallecimiento de Slayman y ofreció condolencias a su familia, sin indicar que el trasplante fuera la causa de su muerte. Este procedimiento pionero abrió nuevas posibilidades en la lucha contra la escasez de órganos para trasplantes, aunque anteriormente solo se habían realizado trasplantes temporales de riñones de cerdo en donantes con muerte cerebral.
La familia de Slayman expresó su agradecimiento a los médicos por sus esfuerzos y destacó que el procedimiento brindó siete semanas adicionales con Rick, tiempo que valorarán siempre. A pesar de su trágico desenlace, el caso de Slayman representa un rayo de esperanza para quienes necesitan trasplantes para sobrevivir, ya que su objetivo era inspirar a otros con su historia y su optimismo perdurará como un legado.