En una situación inusual, el juego infantil de un parque en la colonia Progreso y Paz de Coatzacoalcos se ha convertido en el hogar de una pareja y varios grupos de migrantes. La ubicación específica en las calles Fortín y Jalapa, anteriormente albergaba un Centro de Asistencia Integral de Coatzacoalcos (CAIC), ahora completamente abandonado.
Vecinos del área han observado cómo esta pareja y los migrantes han comenzado a ocupar el espacio de juego como vivienda. Principalmente de origen chiapaneco, han sido desalojados en ocasiones por la policía, pero regresan periódicamente, convirtiendo el lugar prácticamente en un hotel improvisado.
El impacto de esta ocupación se siente en la comunidad, pues los niños ya no acuden al parque a jugar. Además, la falta de mantenimiento se evidencia en el alumbrado público, que falla constantemente. A pesar de los intentos de reparación, el cableado sigue siendo robado, dejando la zona en la oscuridad.
El emblemático castillo y sus estructuras se han transformado en áreas de uso cotidiano. La torre sirve como tendedero, mientras que colchas viejas cubren la salida que lleva a la resbaladilla. Esta situación llama la atención sobre la precariedad de vivienda que enfrentan algunas comunidades, así como la necesidad de soluciones más permanentes para la población migrante y en situación de vulnerabilidad.