Monserrat Hernández/Grupo Marmor
En 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) proclamó el 17 de mayo como el Día Mundial del Reciclaje, con el fin de crear conciencia y promover el reciclaje de todo tipo de residuos, reducir los volúmenes de desechos generados y reutilizar los materiales para minimizar la huella ecológica de carbono, contribuir al cambio climático y así proteger el medio ambiente.
De hecho, durante el 2004 en una reunión de países desarrollados se presentó la iniciativa de las tres erres o 3R (Reciclar, Reducir y Reutilizar), que es una sugerencia sobre los hábitos de consumo, manejo de los residuos que se producen todos los días en los hogares y en las industrias.
La iniciativa consta en reciclar, que es el proceso por el cual se da un aprovechamiento a los residuos sólidos que se generan y se obtienen materias primas que pueden ser incorporadas de manera directa o indirecta a un ciclo de producción o consumo.
Reducir por su parte, implica minimizar los volúmenes de basura que se generan, también implica disminuir el gasto de agua y energía; mientras que reutilizar significa utilizar al máximo las cosas que se consumen, es decir, prolongar la vida de cada producto, sobre todo de aquellos que están fabricados de materiales contaminantes.
La importancia del reciclaje radica en que se disminuye la tala de árboles, así como la contaminación del agua, aire y suelo. Sin embargo, información de la UNESCO revela que cada año se arrojan 8 millones de toneladas de residuos a los océanos, lo cual equivale a un camión por minuto.
A su vez, señala que el 99% de las cosas que se consumen, se desechan en un periodo de 6 meses, no se aprovechan los residuos orgánicos compostables que representan el 44%.
Por ello, en este día y en los esfuerzos por reciclar, cada contribución por pequeña que sea, ha ayudado y seguirá haciéndolo en pro de la lucha por reducir la contaminación global para un futuro sostenible.