Fer Coronel/Grupo Marmor
Morelia, Michoacán; 17 de mayo del 2024.- Selene es una mujer trans de Morelia que comenzó su transición en 2018. En su proceso, enfrentó numerosos desafíos con diversas instituciones gubernamentales. Uno de los problemas principales fue la falta de conocimiento y sensibilidad por parte de los empleados públicos, quienes no sabían cómo referirse a ella adecuadamente.
Al cambiar su afiliación en el IMSS, Selene experimentó un trato insensible y tosco. A pesar de ser enfermera y haber asistido a capacitaciones sobre diversidad sexual dirigidas al personal, notó una falta de interés real en el tema. Según Selene, algunos empleados contradicen la información recibida y emiten comentarios desagradables. Añade que, como trabajadores del gobierno, tienen una mayor responsabilidad en el trato a la población, pero su experiencia ha sido de malos tratos e indiferencia.
Selene también observa que la discriminación hacia las personas trans disminuye si su apariencia se alinea con los estándares “cisgénero”, pero aumenta si su expresión de género es más llamativa o extravagante.
Entre las principales deficiencias que encuentra en las instituciones gubernamentales para personas trans, destaca la falta de eficiencia en los programas de salud. Un ejemplo es el tratamiento hormonal gratuito para derechohabientes, que a menudo se dificultan porque el personal no lo considera una necesidad, sino un capricho.
En el ámbito laboral, las personas con diversidad de género enfrentan mayores dificultades para encontrar empleo. Selene conoce a muchas personas trans con títulos universitarios que no son contratadas debido a su apariencia, viéndose obligadas a trabajar en las calles como sexoservidoras, una labor digna pero impuesta por la discriminación laboral.
La seguridad también es una preocupación alarmante para la comunidad trans. Selene menciona el caso reciente de una mujer trans asesinada en Tarímbaro, apedreada por un grupo de hombres. Al consultar a la Fiscalía General del Estado (FGE) sobre la tasa de homicidios hacia la comunidad LGBTIQ+, la respuesta fue que no existen parámetros específicos para estos casos.
“Quien tenga mejor ‘cis-pass’ está más seguro de no sufrir violencia o ser víctima de un crimen de odio”, afirma Selene.
No obstante, Selene reconoce un aspecto positivo en Morelia: las facilidades burocráticas para cambiar el nombre y género en documentos oficiales. Sin embargo, señala que este proceso aún se ve afectado por el mal trato de los empleados públicos.