Marian Salazar | Grupo Marmor
En Brasil, hay un sacerdote que ha ganado fama mundial no solo por sus sermones, sino por su gran corazón y su amor inquebrantable por los animales. El padre Joao Paulo Araujo lleva años dedicándose a rescatar, cuidar y dar refugio a los animales abandonados de su zona. ¡Y no solo eso! Una vez que los lomitos están recuperados, los lleva a misa para que las personas se animen a adoptarlos.
El padre Joao Paulo cree firmemente en que “siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta casa es de Dios y ellos son de Dios”. En su iglesia, los animales tienen un lugar seguro y acogedor, donde son tratados con el amor y respeto que merecen.
Sin embargo, su noble labor no está exenta de críticas. Algunas personas consideran extraño o inapropiado que los animales sean parte de la congregación. Pero el padre Joao Paulo tiene una respuesta contundente para sus detractores: “Cuando amo, rescato, protejo a un animal, estoy amando, protegiendo y rescatando a la humanidad.”
Este mensaje ha inspirado a muchos a seguir su ejemplo y a valorar la importancia de cuidar a todos los seres vivos. La labor del padre Joao Paulo no solo transforma la vida de los animales, sino que también toca los corazones de las personas, promoviendo un mundo más compasivo y lleno de amor.
