Fer Coronel/Grupo Marmor
Morelia, Michoacán; 10 de junio del 2024.- A casi 4 años de la desaparición de Jessica González Villaseñor, un 22 de septiembre del 2020 localizada muerta 4 días después, su madre Verónica y toda su familia siguen luchando por justicia.
En una manifestación pacífica, la madre de Jessica se pronunció ante los medios señalando que ya lleva 3 años, 8 meses y 20 días sin una pena fija para el feminicida de su hija; que anteriormente había sido el juez Ariel Montoya quien fijó la pena máxima para Urik por toda la crueldad, los golpes en vida, y la muerte lenta que sufrió, sin importar la edad o que haya sido su primera incidencia.
La defensa de Urik interpuso un amparo ante esto, confieza la señora Verónica que fue un proceso tedioso por los constantes cambios de juez que tenían, hasta que fijaron uno y fue el que tomó “el equidistante” del máximo y el mínimo de la pena tomando en cuenta su Derecho a la Reinserción pactado en la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes, bajándole así 7 años y 6 meses a su pena de 50 años, este fue el magistrado Gilberto Viviezca.
La señora Verónica entiende que por estar en el rango de 15 a 24 años, el feminicida de su hija Diego Urik, entra dentro de lo pactado en la Conversación Iberoamericana pero lo que no entiende y denuncia en un amparo que su hija también entraba en ese rango y no se le están respetando sus derechos ni aún estando muerta.
El siguiente paso para la familia González Villaseñor es esperar la resolución de su Derecho a la Revisión, mandaron el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Igualmente denuncia que anteriormente en las manifestaciones que ha realizado se le desaloja de manera violenta y no le permiten ejercer su Derecho a Manifestarse, la señora Verónica seguirá en pie luchando para que la voz de su hija sea escuchada a través de la de ella.