Fer Coronel/Grupo Marmor
Morelia, Michoacán; 24 de junio del 2024.- Michoacán es conocido por su rica producción agrícola, que últimamente ha enfrentado diversas disputas en torno a la exportación y producción de productos como el aguacate, el mango, el chayote, y más recientemente el maíz se ha sumado a esta lista de conflictos.
El maíz es un legado ancestral de los pueblos mesoamericanos, este fue domesticado hace más de 8,000 años a partir del ‘teocinte’ una planta silvestre, y este arduo proceso de selección llevado a cabo por diferentes grupos étnicos ha resultado en casi 60 variedades nativas de maíz en México, y Michoacán siendo el tercer estado con mayor producción de maíz a nivel nacional se encuentra directamente afectada por la controversia.
Su antecedente se remonta al 23 de febrero de 2023, cuando el gobierno mexicano prohibió el uso de maíz transgénico para consumo humano, permitiéndolo únicamente para fines industriales y forraje.
Esta medida fue motivada por preocupaciones de salud pública y soberanía alimentaria, pero generó un conflicto significativo con Estados Unidos, que bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y siendo respaldado por Canadá, sostienen que la prohibición mexicana carece de base científica y viola las disposiciones del tratado relacionadas con medidas sanitarias y fitosanitarias.
En respuesta, Estados Unidos solicitó la formación de un panel de solución de controversias, cuyos miembros incluyen expertos de Suiza, México y Estados Unidos, pero con el objetivo de mitigar las tensiones comerciales el febrero pasado el gobierno mexicano modificó su normativa bajo el T-MEC, permitiendo la entrada de maíz transgénico amarillo solo para consumo animal.
Sin embargo, expertos y defensores del maíz nativo consideran que esta medida es insuficiente y continúan abogando por una prohibición total de la importación y uso de maíz transgénico en territorio mexicano debido a las amenazas que representa para la biodiversidad y la salud.