Fer Coronel/Grupo Marmor
Morelia, Michoacán; 26 de junio del 2024.- El fenómeno lumínico que provocan las luciérnagas son con el motivo de atraer pareja en su época de apareamiento que en México se da en los meses de junio, julio y agosto.
Los lugares más populares para presenciarlo en el país son Tlaxcala, Puebla y Estado de México, pero Michoacán ocupa un lugar especial porque de las 234 especies de este escarabajo registradas en México, aquí habitan al menos 28 por lo que se ha registrado.
Para ahondar más en el registro e investigación de las diferentes especies que hay de luciérnagas mayormente en la Sierra Chincua de Michoacán, un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Biología de la UMSNH han comenzado con un trabajo llamado “Proyecto Luciérnagas Michoacán”
Edson Téllez, voluntario en el proyecto, comenta que además de dedicarse a la investigación de este insecto también trabajan en su conservación así como de su ecosistema, aclarando que ellos se concentran en la región de Tlalpujahua, más específicamente en “El Llanito” y “Los Aíles”.
Este proyecto está bajo la dirección de la Dra. Cistel Pérez y lo hizo con el objetivo de monitorear y descubrir nuevas especies en Michoacán, así como registrar su comportamiento, el grado de reproducción, cómo ha ido evolucionando y cómo ha mejorado el ecosistema con el trabajo de conservación.
Los datos que recopilan los obtienen por medio de un levantamiento de muestras de especies que se extraen bajo supervisión de las y los investigadores de la Universidad Michoacana, para después llevarlos al Laboratorio de Biología y poder hacer la investigación.
Puntualiza que ya se han hecho varios levantamientos de especies del “bicho luminosos” de los cuales se han identificado 28 variedades, pero se espera que por lo menos se revelen 6 tipos más según los resultados de la última excursión.
Cuestiones como la sequía o las altas temperaturas han provocado la baja en la población de algunas especies de luciérnagas como la ‘Futinos Extensus’ que ya no es tan vista, pero por los esfuerzos como la erradicación de pesticidas e insecticidas, el cuidado de los cuerpos de agua, y la reforestación con árboles endémicos como Aile u Oyamel han provocado que resurja esta especie en la zona.