Consecuencias del uso irresponsable de psicodélicos

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Fer Coronel/Grupo Marmor

Morelia, Michoacán; 27 de junio del 2024.- El psicólogo Miguel de la Mora es quien específica que cuando se habla de “psicodélicos” se refiere a sustancias como los hongos, el LSD, el peyote o la ayahuasca, y estos se caracterizan por alterar la percepción de la realidad con alucinaciones de tipo visual como disturbios en los colores, la forma de las cosas, o hasta alucinaciones auditivas.

También se caracterizan por hacer funcionar partes del cerebro que normalmente no se comunican entre ellas por lo que pueden ayudar a trabajar afecciones como la depresión, las adicciones, o hasta fomentar la creatividad, teniendo efectos positivos en su uso terapéutico pero hace el énfasis en que el consumo de estos sin responsabilidad también pueden generar secuelas como al Influencer y comediante Ricardo O’Farril.

Habla de dos perfiles psicológicos que no deberían exponerse a los efectos de los psicodélicos: personas con antecedentes familiares de esquizofrenia y de bipolaridad, señala que este tipo de personas son muy propensas a generar un brote psicótico y ‘quedarse en el trip’.

Explica que lo que sucede en un brote psicótico es que la persona tiene una ruptura de la realidad en la que pueden tener delirios de persecución, alucinaciones y puede desconocer a cualquiera, siendo un peligro para el individuo en cuestión y para los demás.

“Una persona bajo un brote puede ser capaz de hacer cosas muy peligrosas, porque puede pensar que está hablando con Dios, que lo persigue el diablo, etc., cosas completamente irreales pero que la persona va a estar totalmente convencida de que está sucediendo” comenta de la Mora.

Enfatiza que si bien las personas que son vulnerables en su química cerebral son más propensas a que les suceda esto, en realidad le puede suceder a cualquiera, detallando que depende mucho de la dosis que se ingiera.

Pero las consecuencias no se quedan ahí, los brotes psicóticos pueden generar secuelas como el desarrollo de un trastorno de ansiedad, alteraciones de sueño, depresión o hasta un trauma de estrés postraumático dependiendo de lo que haya pasado.

Concluye con que si bien los psicodélicos no son adictivos, sí conllevan otros riesgos como los ya expuestos, es por eso que en los centros de rehabilitación casi no se encuentran personas que consuman psicodélicos porque donde pueden terminar es en el psiquiátrico.