Fer Coronel/Grupo Marmor
Morelia, Michoacán; 28 de junio del 2024.- El 10 de mayo se suscitó un evento que no se había visto desde hace 20 años en México, una Tormenta Solar de nivel 9 azotó las regiones mexicanas desde el norte hasta el sur afectando las redes de telecomunicaciones y provocando fenómenos que amenazan la seguridad nacional.
Explican diferentes científicos de Geociencia en la UNAM que el fenómeno se suscita desde las explosiones solares que emiten luz desde todas las longitudes de onda: infrarojo (producen calor), de radio (para sintonizar estaciones), rayos X (radiografías), estas modifican las cualidades físicas de la capa atmosférica donde se encuentran la mayoría de los satélites de comunicación causando que salgan de su órbita, se disminuya su tiempo de vida o se pierda definitivamente.
Estás interacciones entre la materia solar y la Tierra no solo afectan a la atmósfera sino también al subsuelo como la generación de corrientes eléctricas afectan a los cables tanto en mar como en tierra, en rueda de prensa explicaron que los océanos están repletos de cables de transmisión de diferentes tipos de información al igual de combustibles y la interacción de las corrientes eléctricas con las masas de agua pueden provocar la disminución de su tiempo de vida o deshabilitarlas completamente.
Debido a que es un fenómeno global, se aclara que este tipo de afectaciones se van a presentar en diferentes países y regiones de manera simultánea de tal manera que las afectaciones no serán particulares sino regionales; a causa de esto habrá una sobre demanda para reponer la tecnología que fue dañada
“¿Qué país va a ser el primero en ser atendido para poder recuperar la distribución eléctrica en su territorio?”
Comentan que en 2017 sucedió un fenómeno similar donde además de tormentas geo-magnéticas hubo temblores y huracanes, en este episodio las explosiones solares provocaron que los elementos de Protección Civil no se pudieran comunicar entre ellos para poder hacer la operación de rescate de miles de personas en el templor de la Península de Yucatán.
Afortunadamente, México tiene las medidas necesarias no solo de recopilación de datos sino de prevención y actuaje, todas ellas recopiladas en la Guía de Recomendaciones de Clima Espacial que cuentan los científicos de la UNAM, han trabajado en ella por más de 10 años.