Un apagón tecnológico sin precedentes causó la suspensión de vuelos, desconectó bancos y provocó caos en la frontera entre Estados Unidos y México, así como interrupciones en hospitales, medios de comunicación y otras empresas. En la garita peatonal de San Ysidro, California, la más concurrida en la frontera, las personas esperaron horas para cruzar, con usuarios del programa Sentri enfrentando retrasos de más de tres horas.
La empresa de ciberseguridad CrowdStrike explicó que una de sus actualizaciones afectó computadoras con Microsoft Windows, provocando el apagón. CrowdStrike negó que se tratara de un hackeo y se disculpó, asegurando que estaban trabajando en una solución. Frank X. Shaw, portavoz de Microsoft, confirmó que la actualización de CrowdStrike fue la causa de la caída de varios sistemas Windows.
Hospitales y consultorios médicos enfrentaron problemas con sus sistemas de citas y cancelaron cirugías no urgentes. Varias cadenas de televisión no pudieron emitir noticias locales la mañana del viernes. La Casa Blanca informó que el presidente Joe Biden estaba al tanto del apagón y en contacto con la compañía.
El apagón también afectó las operaciones informáticas de los Juegos Olímpicos de París, pero las actividades se reanudaron la tarde siguiente. Claudia Plattner, directora de la agencia alemana de seguridad informática, advirtió que los problemas persistirán por algún tiempo y no se resolverán rápidamente.