Michelle Rivas / Grupo Marmor
El viernes 26 de julio, Francia fue víctima de un ataque coordinado contra su red de trenes de alta velocidad cerca de París, según informaron las autoridades. Este incidente causó serios problemas en el tráfico ferroviario y afectó a cientos de miles de personas, justo antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. El gobierno francés indicó que el ataque fue detalladamente planeado y en el que tenían muy buen conocimiento de la infraestructura ferroviaria.
Los ataques ocurrieron entre la 1:00 y las 5:30 de la madrugada y consistieron en incendiar las instalaciones de señalización de las líneas de trenes de alta velocidad (TGV), en la que sabotearon gravemente el funcionamiento de la red ferroviaria.
El operador ferroviario explicó que los daños afectaron a las líneas de alta velocidad del Atlántico, Norte y Este, causando estragos en varias instalaciones. Además, la SNCF comentó que uno de los intentos de sabotaje fue “frustrado” por las autoridades.
Según la SNCF, se prevé que los problemas continúen durante todo el fin de semana mientras los equipos trabajan en las reparaciones necesarias.
La presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, condenó el ataque, calificándolo como “un intento de desestabilización de Francia” en un día especialmente importante, debido a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
Este ataque ha generado una crisis en el transporte ferroviario justo antes de uno de los eventos más importantes para el país, revelando vulnerabilidades en la infraestructura y desafiando las medidas de seguridad en un momento crucial.
