Claudia Sheinbaum, quien se perfila como la próxima presidenta de México, ha comenzado a enviar invitaciones a diversos líderes mundiales para asistir a su ceremonia de toma de protesta el 1 de octubre. Juan Ramón de la Fuente, el próximo secretario de Relaciones Exteriores, está coordinando estas invitaciones. Entre los invitados, destaca el presidente ruso Vladimir Putin, a quien se le extendió la invitación a través de la embajada mexicana en Rusia.
En un anuncio reciente, Sheinbaum mencionó que no invitará a los presidentes de Perú y Ecuador, alineándose con la política actual del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ha restringido las relaciones diplomáticas con estos dos países. “Estamos enviando invitaciones a nivel global, pero obviamente no a Ecuador y Perú”, aclaró Sheinbaum el 31 de julio.
Se ha confirmado que Vladimir Putin recibió la invitación para la ceremonia de Sheinbaum. La embajada mexicana en Moscú comunicó que Putin decidirá si asistirá personalmente o enviará a un representante. Esta invitación se enmarca en un contexto complicado, dado que México está bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, que emitió una orden de arresto contra Putin. Rusia, sin embargo, no reconoce esta orden al no ser signatario del Estatuto de Roma.
Putin felicitó previamente a Sheinbaum por su victoria electoral, destacando a México como un socio tradicionalmente amistoso de Rusia en América Latina. Expresó su deseo de que la nueva presidenta fortalezca aún más la cooperación constructiva entre ambos países. La embajada rusa en México recordó que este año se conmemoran 100 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la antigua URSS.El embajador ruso en México, Nikolay Sofiniskiy, subrayó la importancia histórica de esta relación diplomática, iniciada en 1924 cuando México fue el primer país del hemisferio occidental en reconocer a la Unión Soviética. La embajada rusa destacó que esta celebración es una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y continuar desarrollando relaciones fructíferas en el futuro, basadas en un legado histórico rico.