La boxeadora argelina Imane Khelif obtuvo la medalla de oro en la categoría de 66 kilos tras vencer a la china Yang Liu en una emocionante pelea celebrada en el estadio Roland Garros. Khelif fue recibida con entusiasmo por los asistentes, quienes ondeaban banderas de Argelia. Aunque el primer asalto fue un poco reservado, Khelif dominó a su oponente con una decisión unánime de los jueces.
En el segundo asalto, la argelina impuso su fuerza al golpear a Yang con tal intensidad que esta rebotó contra las cuerdas. Con el público vitoreando a su favor, Khelif no dejó de atacar a su rival, logrando así otra victoria clara en las tarjetas de los jueces. Su superioridad en el ring continuó durante todo el combate, dejando sin opciones a la boxeadora china.
El tercer y último asalto mostró a una Yang esforzándose por remontar, pero la defensa de Khelif fue impenetrable. Tras el sonido de la campana final, ambas boxeadoras se abrazaron, mostrando respeto mutuo. La victoria de Khelif fue celebrada con una ovación, y la argelina realizó su típico baile de la victoria antes de ser levantada en hombros por uno de sus entrenadores.
Imane Khelif llamó la atención mundial luego de vencer a la italiana Angela Carini en solo 46 segundos durante un combate preliminar. Esta victoria desató una ola de comentarios transfóbicos en redes sociales, donde algunos la acusaron erróneamente de ser un hombre debido a una desacreditada “prueba de género” que no superó. El Comité Olímpico Internacional (COI) intervino en defensa de Khelif, reafirmando su derecho a competir como mujer.
El presidente del COI, Thomas Bach, defendió la participación de Khelif y Lin Yu-ting, subrayando que ambas son mujeres con el derecho a competir. Khelif, en sus declaraciones, pidió a todos que se abstuvieran de acosar a los atletas, ya que esto puede tener consecuencias devastadoras. Su llamamiento a la defensa de los principios olímpicos se sumó a la defensa del COI, que reafirmó la legitimidad de su participación en los Juegos Olímpicos.