Redacción / Grupo Marmor
En el cuarto día de la incursión de las tropas ucranianas en la región de Kursk, se han registrado significativos avances en territorio ruso. De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), los efectivos ucranianos han logrado avanzar hasta 35 kilómetros dentro de la región rusa. Las últimas imágenes geolocalizadas y los informes de blogueros confirman estos movimientos, a pesar de las afirmaciones de Moscú sobre el despliegue de refuerzos.
Durante el jueves, 8 de agosto de 2024, las tropas ucranianas avanzaron hacia zonas como Kromskié Biki y Moliutino, ubicadas a unos 17 kilómetros al sureste de Lgov y 48 kilómetros al suroeste de la central nuclear de Kursk. Al mismo tiempo, en el noroeste, capturaron Novoivanovka y se dirigieron hacia Korenevo, mientras que en el este llegaron a Martinovka. Estos avances han sido facilitados por la baja densidad de tropas rusas en la región, permitiendo a los ucranianos sortear las fortificaciones sin enfrentamientos directos.
El ISW también señala que las fuerzas ucranianas están consolidando sus posiciones en áreas cercanas a la frontera con unidades más grandes y blindadas. En contraste, un portal ucraniano, DeepState, reporta la destrucción de trece camiones rusos que supuestamente transportaban suministros hacia Kursk. Sin embargo, los detalles sobre la incursión han sido limitados y las fuentes oficiales ucranianas han mantenido un perfil bajo respecto a los movimientos en curso.
En otro frente, Rusia ha declarado que está enviando refuerzos a la región de Kursk, incluyendo lanzacohetes, artillería y tanques, en un intento por frenar el avance ucraniano. Esta movilización tiene lugar en medio de una creciente preocupación por la escalada del conflicto. Mientras tanto, las tropas rusas han intentado reorganizarse y reforzar sus posiciones.
A su vez, se han reportado eventos trágicos en Kostiantinivka, donde un ataque ruso ha causado al menos diez muertes y numerosos heridos. Un supermercado en la localidad, cerca del frente de Donetsk, fue alcanzado por un misil ruso X-38, resultando en un incendio que ya ha sido extinguido. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, condenó el ataque y expresó sus condolencias a las víctimas, destacando el carácter indiscriminado de la agresión.