El 14 de agosto, se encontraron los cuerpos de cuatro víctimas asesinadas, entre ellas una adolescente de 17 años, Fatima “N”, quien había sido reportada como desaparecida un día antes.
Los restos de la joven, que mostraban señales de extrema violencia, fueron hallados en una camioneta en el poblado La Venta.
La familia la identificó al día siguiente, confirmando que fue torturada y decapitada.
Las autoridades iniciaron una investigación por homicidio calificado, y en respuesta al aumento de la violencia en el puerto, se incrementó la presencia de la Guardia Nacional debido a la presunta confrontación entre grupos delictivos.