Luz H. / Grupo Marmor
La Generación Alfa, nacida desde 2010, está formada por los hijos de los millennials y se diferencia por su relación intrínseca con la tecnología digital. Esta generación, que sigue a la Generación Z, creció en un entorno dominado por dispositivos inteligentes desde sus primeros años. Según Joe Nellis, profesor de economía global en la Escuela de Negocios Cranfield, la Generación Alfa es la primera en la que los dispositivos analógicos serán algo extraño, ya que su vida ha estado inmersa en el mundo digital desde su inicio.
A diferencia de la Generación X, que encontró en la tecnología un cambio significativo en su vida, la Generación Alfa está completamente inmersa en un entorno digital desde el principio. Con una proyección de cerca de 2,000 millones de personas para finales de este año, según McCrindle, esta generación será una de las más grandes de la historia, con una mayoría nacida en mercados emergentes. Aunque se espera que sus perspectivas sean mejores debido al desarrollo de los niveles de vida, también enfrentan retos específicos relacionados con su entorno tecnológico.
El psicólogo Roberto Balaguer señala que, aunque la Generación Alfa es criada en un contexto de mayor equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, la omnipresencia de la tecnología puede afectar la calidad de la atención emocional que reciben. La pandemia de COVID-19 ha acentuado la dependencia de la tecnología, y la integración de la inteligencia artificial en la educación y el entretenimiento promete moldear aún más sus experiencias. Sin embargo, también enfrentan desafíos como la dificultad para concentrarse y una inclinación hacia la gratificación instantánea, influenciados por las generaciones anteriores como los millennials y la Generación Z.