Este martes, un importante incendio desatado en la planta química Biolab, ubicada en Conyers, Georgia, ha obligado a las autoridades a emitir órdenes de evacuación y de refugio en el lugar para la población cercana. La planta, que pertenece a la división de cuidado del agua para piscinas y spas de KIK Consumer Products, está enviando una densa columna de humo tóxico, de color negro y marrón, que es visible a varios kilómetros de distancia.
Equipos de materiales peligrosos y servicios de emergencia se han movilizado rápidamente a la zona para contener el incendio y evaluar los riesgos asociados a la liberación de productos químicos potencialmente peligrosos. La planta Biolab maneja compuestos altamente inflamables y reactivos, lo que ha aumentado la preocupación por el impacto ambiental y los riesgos para la salud pública.
Hasta el momento, las autoridades locales han indicado que la evacuación es obligatoria para las áreas más cercanas al siniestro, mientras que se ha pedido a otros residentes que permanezcan en sus hogares y cierren puertas y ventanas para evitar la inhalación de los humos tóxicos.
Los servicios de bomberos continúan trabajando para sofocar las llamas, aunque el intenso humo ha complicado las labores. Los primeros reportes señalan que no se han registrado víctimas mortales, pero varios trabajadores de la planta y bomberos han sido trasladados a hospitales cercanos para recibir tratamiento por inhalación de humo.
El incendio ha generado preocupación entre los habitantes de Conyers y las áreas circundantes, ya que esta no es la primera vez que Biolab ha enfrentado incidentes similares. En 2020, la misma planta sufrió otro incendio que también provocó evacuaciones masivas.
Las autoridades de Georgia han abierto una investigación para determinar las causas exactas del incendio, mientras que los equipos especializados continúan monitoreando la calidad del aire en la región para asegurar que no existan riesgos adicionales para la población.
