Redacción / Grupo Marmor
El caso de Bruce Johnson y Caroline Settino llegó a ser una disputa legal que llegó hasta la Corte Suprema del estado.
Bruce y Caroline comenzaron su relación en el verano de 2016, durante todo el tiempo que estuvieron juntos, disfrutaron de múltiples viajes a múltiples destinos como Nueva York, Maine, las Islas Vírgenes e Italia, todos los anteriores pagados en su totalidad por Johnson, quién también la llenó de regalos costosos, como zapatos, joyas, bolsos, etc.
Fue en agosto del 2017 cuándo Bruce decidió dar un paso más a su relación y pedir la mano de Caroline con un anillo de compromiso valuado en 70.000 dólares, un gesto considerado tradicional, pero con su toque de lujo.
La pareja parecía tener un futuro prometedor, sin embargo, fue dos meses después que las cosas empezaron a deteriorarse. Según los documentos judiciales Johnson notó un cambio en la actitud de su prometida, quién comenzó a criticarlo constantemente y lo que es más impactante es que no lo apoyó cuándo fue diagnosticado con cáncer de próstata.
Tras la cancelación del compromiso, la cuestión sobre quién debía quedarse con el costoso anillo quedó sin resolver. Inicialmente fue un juez de primera instancia quien falló a favor de Settino, argumentando que Johnson había terminado el compromiso bajo la falsa impresión de que ella le erra infiel. Sin embargo, la situación cambió cuándo la corte de apelaciones dictaminó que Settino debía devolver el anillo.
En su lugar, se dijo que el anillo de compromiso, al ser un regalo condicional, debería ser devuelto a la persona que lo compró si la boda no se lleva a cabo, sin importar quien fuera el responsable de la cancelación.
La abogada de Bruce, Stephanie Taverna Siden, celebró lo acordado considerándolo justo y equitativo, mientras que el abogado de Caroline expresó su decepción, pero reconoció que la corte había seguido una tendencia que se impone en la mayoría de los estados.