El pavo es uno de los platillos más tradicionales durante las fiestas decembrinas, sin embargo, fuera de la temporada, su consumo en México es escaso, aunque en realidad tiene muchos beneficios, explica un experto de la UNAM en un artículo.
Mientras que el mexicano promedio consume apenas 1.25 kilogramos de pavo al año, el consumo de pollo per cápita alcanza los 33 kilos, según datos de la Unión Nacional de Avicultores.
El doctor Jorge Miguel Iriarte, coordinador del Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Avícola (CEIEPAv) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explica que este fenómeno estacional también ocurre en Estados Unidos, donde el consumo anual por habitante es de 7.2 kilos, concentrándose especialmente en el Día de Acción de Gracias.
El pavo, también conocido como guajolote, es una carne magra de fácil digestión, baja en grasa y con un alto aporte proteico.
Estas características la convierten en una excelente opción para quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable, subraya el experto de la UNAM. Además, su bajo contenido calórico lo hace ideal para personas con necesidades específicas de nutrición.
Pese a sus beneficios, el costo y tamaño del pavo han sido factores que dificultan su consumo regular. Un pavo entero puede pesar entre 8 y 10 kilos, aunque en los últimos años se han comercializado aves más pequeñas de 5 a 6 kilos. En cuanto al precio, el kilo de pavo entero ronda los 150 pesos, mientras que el de pechuga de pollo se encuentra en aproximadamente 110 pesos.