Redacción / Grupo Marmor
El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, un trastorno mental que afecta a 280 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este padecimiento constituye un problema de salud pública global, impactando a más del 4% de la población, con mayor prevalencia entre mujeres, jóvenes y personas mayores.
En México, datos de la Secretaría de Salud federal revelan que 3.6 millones de adultos padecen depresión, de los cuales un 1% presentan cuadros severos. Este trastorno se caracteriza por una disminución del estado de ánimo, tristeza persistente, dificultad para concentrarse y alteraciones en el sueño y el apetito. En los casos más graves, puede generar incapacidad funcional que afecta todos los aspectos de la vida, así como síntomas físicos como dolor, hormigueo y rigidez muscular.
Clara Haydee Solís Ponce, terapeuta familiar y profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, explicó que la depresión es un trastorno multifactorial que puede desencadenarse por la interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos. Destacó la necesidad de diferenciar entre una respuesta normal a eventos de la vida cotidiana, como perder un empleo o terminar una relación, y los síntomas persistentes de la depresión, que suelen durar más de dos semanas.
En entrevista, Solís Ponce señaló que este trastorno afecta diversas áreas de la vida personal, familiar, laboral, educativa y social, y que su prevalencia ha aumentado en los últimos años. Según cifras del Sexto Informe de Gobierno de la Ciudad de México, durante los primeros siete meses de 2024, los casos de depresión crecieron un 16.3%, registrándose 14,248 consultas relacionadas con este trastorno en los servicios de salud de la capital.
La especialista destacó que el grupo de mujeres de entre 20 y 35 años es el que más solicita servicios psicológicos, y que esta población también muestra mayor adherencia al tratamiento. En cuanto a infancias y adolescentes, comentó que la pandemia de COVID-19 modificó significativamente el panorama: antes se atendían principalmente problemas de conducta y acoso escolar, pero después de la crisis sanitaria, se incrementaron los casos de depresión y ansiedad a partir de los ocho años.
La FES Zaragoza cuenta con un Programa de Atención Psicológica para la Comunidad que ofrece apoyo a universitarios y a la población en general. Además, dispone de siete clínicas en el Estado de México para atender casos de salud mental, y programas especializados en terapia familiar y de adolescentes.
Solís Ponce subrayó la importancia de fomentar un entorno familiar saludable, en el que los jóvenes puedan desarrollar un sentido de pertenencia y responsabilidad. Actividades cotidianas, metas personales y relaciones afectivas sólidas son clave para prevenir la depresión, explicó.
La terapeuta hizo un llamado a la población para que acuda a servicios de salud mental ante cualquier dificultad que afecte su vida diaria. “Ir al psicólogo es parte de nuestro autocuidado y amor propio”, afirmó, e instó a romper el estigma que asocia la atención psicológica con “estar loco”.
Finalmente, enfatizó que la depresión no es una cuestión de actitud, sino una realidad de salud mental que requiere atención profesional. Reconocer su impacto y buscar ayuda son pasos fundamentales para enfrentar este padecimiento.