Redacción / Grupo Marmor
En la cima del cerro Zirahuato, rodeado de imponentes montañas, se alza San Felipe de los Alzati, un poblado con una historia rica y estratégica. Fundado por los purépechas, este lugar se convirtió en un puesto de vigilancia crucial para proteger su territorio de las incursiones mexicas.
Los purépechas, conocidos por su habilidad militar y su organización social, reconocieron la importancia estratégica de este punto. Desde la cima del cerro Zirahuato, podían observar los movimientos enemigos y defender sus fronteras. Para fortalecer su defensa, los purépechas establecieron una alianza con los otomíes, quienes se asentaron en el poblado y contribuyeron a su protección.
San Felipe de los Alzati, con su ubicación privilegiada, se convirtió en un baluarte de la resistencia purépecha. Sus habitantes, valientes y estratégicos, defendieron su territorio con determinación, dejando una huella imborrable en la historia de la región.
Hoy, San Felipe de los Alzati conserva su esencia ancestral. Sus habitantes, descendientes de los otomíes y los purépechas, mantienen viva la memoria de sus antepasados y la importancia de su legado. El poblado, con sus calles empedradas y su arquitectura tradicional, es un testimonio de la historia y la resistencia de los pueblos indígenas de México.
Entrada $75
Domingos gratis (mexicanos)
Entrada libre a menores de 13 años, estudiantes, profesores y personas de la tercera edad.
Horarios
Lunes a domingo de 9:00 a 18:00 h.