Francia enfrenta el mayor juicio por abuso infantil de su historia: cirujano acusado de agredir a 299 pacientes, la mayoría menores de edad

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Redacción | Grupo Marmor

Francia se prepara para el inicio de uno de los juicios más impactantes de su historia: el caso del cirujano Joël Le Scouarnec, acusado de agredir sexualmente a 299 pacientes, la mayoría de ellos menores de 15 años, durante un período de más de dos décadas.

El juicio, que comenzará el próximo 24 de febrero en Vannes y se extenderá durante cuatro meses, ha generado indignación y cuestionamientos sobre la protección infantil en el país.

Le Scouarnec, de 73 años, es acusado de cometer los abusos entre 1989 y 2014, mientras ejercía como cirujano digestivo en hospitales de Bretaña y el oeste de Francia. Según las investigaciones, 256 de las víctimas eran menores de 15 años, con una edad promedio de 11 años. Muchos de los abusos ocurrieron mientras los pacientes estaban bajo anestesia.

Entre las pruebas más contundentes presentadas en el caso se encuentran cuadernos escritos a mano por el propio Le Scouarnec, donde registraba las iniciales de sus pacientes y detalles de los delitos cometidos contra ellos.

Estos registros fueron comparados con archivos hospitalarios, lo que permitió identificar a las víctimas. Algunas de ellas estaban inconscientes al momento de ser agredidas.

El caso ha expuesto graves fallos en el sistema de justicia y protección infantil en Francia. En 2004, el FBI alertó a las autoridades francesas sobre el consumo de material de abuso infantil en internet por parte de Le Scouarnec. Sin embargo, el cirujano solo recibió una condena suspendida de cuatro años en 2005 y pudo continuar trabajando con menores en prestigiosos hospitales.

Frédéric Benoist, abogado de la organización La Voix de L’Enfant, denunció una “cadena de fallos institucionales” que permitió que Le Scouarnec siguiera delinquiendo. Incluso en 2006, médicos alertaron a la gerencia del hospital sobre su comportamiento sospechoso y su condena previa, pero no se tomaron medidas para impedir que siguiera ejerciendo.

En 2017, la policía allanó la casa de Le Scouarnec en Jonzac tras denuncias de vecinos, donde descubrieron imágenes de abuso infantil, los cuadernos con los registros de sus crímenes y muñecas escondidas bajo el suelo. En 2020, el cirujano fue condenado a 15 años de prisión por agredir a cuatro niños, uno de ellos hospitalizado.

Francesca Satta, abogada de 10 de las víctimas, destacó que este juicio es único en el mundo por la cantidad de afectados. Dos de sus clientes se quitaron la vida tras enterarse de lo sucedido cuando eran niños.