#VIDEO | Beneficios para México en tema automotriz por el retraso de un mes en los aranceles

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Redacción | Grupo Marmor

El pasado 5 de marzo de 2025, la Casa Blanca anunció que los aranceles del 25% impuestos a los automóviles importados desde México y Canadá, que entraron en vigor apenas un día antes, se retrasarán hasta el 2 de abril.

Esta decisión, tomada tras una conversación entre el presidente Donald Trump y directivos de las principales automotrices estadounidenses que operan bajo el marco del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), representa un alivio temporal para México, uno de los principales productores y exportadores de automóviles a nivel mundial.

Un respiro económico para México:

México exporta alrededor del 80% de sus automóviles y autopartes al mercado estadounidense, lo que convierte a esta industria en un pilar clave de su economía.

La imposición de aranceles del 25% habría significado un golpe directo a la producción automotriz mexicana, con riesgos como la reducción de la actividad en las plantas de ensamblaje y despidos masivos en un sector que, según el Inegi, genera cerca de un millón de empleos directos. El retraso de un mes ofrece un “tanque de oxígeno” para que las empresas ajusten sus estrategias y eviten, al menos en el corto plazo, impactos severos en la fuerza laboral y la economía nacional.

La decisión beneficia a México de varias maneras:

Tiempo para negociaciones: Este plazo adicional podría permitir al gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, fortalecer su diálogo con Estados Unidos —como el previsto para el 6 de marzo— y buscar alternativas para mitigar o evitar los aranceles a largo plazo.

Estabilidad cambiaria: Tras el anuncio del retraso, el peso mexicano cerró al alza el 5 de marzo, reflejando una mayor confianza en los mercados y una caída en el precio del dólar, lo que alivia la presión sobre la economía local.

Adaptación de las automotrices: Empresas como General Motors, Ford y Stellantis, con plantas en estados como Coahuila, Sonora y Guanajuato, ganan un mes para reconfigurar sus cadenas de suministro o presionar por exenciones adicionales, preservando su competitividad en el mercado norteamericano.

Contexto de la industria automotriz en México:

La posición de México como potencia automotriz se debe a su cercanía con Estados Unidos, mano de obra calificada y los beneficios del T-MEC. Marcas estadounidenses, europeas y asiáticas han establecido operaciones en el país, aprovechando estas ventajas.

Sin embargo, la amenaza de aranceles pone en riesgo esta dinámica, ya que podría encarecer los vehículos exportados y reducir la demanda en el mercado más importante para México.

Una medida temporal con implicaciones a futuro:

Aunque el retraso es positivo, no elimina la incertidumbre. La Casa Blanca, a través de la portavoz Karoline Leavitt y el secretario de Comercio Howard Lutnick, dejó claro que los aranceles recíprocos entrarán en vigor el 2 de abril, salvo que se alcance un acuerdo definitivo. Esto sugiere que el alivio es solo un compás de espera, y que México deberá aprovechar este mes para negociar condiciones favorables o prepararse para un escenario más restrictivo.

En resumen, el retraso de los aranceles otorga a México un margen valioso para proteger su industria automotriz, estabilizar su economía y fortalecer su posición en el comercio regional. Sin embargo, el desafío persiste: el 2 de abril marcará un nuevo capítulo en las relaciones comerciales con Estados Unidos, y el resultado dependerá de las acciones que se tomen en las próximas semanas.