Disney se libra de acusaciones de plagio en el caso Moana: ¿Triunfo de la originalidad o laguna legal?

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Redacción / Grupo Marmor

En un fallo que ha generado debate, un jurado federal ha desestimado la demanda de plagio contra Disney presentada por Buck Woodall, quien alegaba que la trama de Moana se basaba en su obra Bucky the Surfer Boy. Si bien el jurado falló a favor de Disney, argumentando que los creadores de Moana no tuvieron acceso a la obra de Woodall y que las similitudes entre ambas historias se basaban en elementos comunes de la cultura polinesia, la decisión ha dejado a muchos con la duda: ¿fue un triunfo de la originalidad o una laguna legal?

Similitudes notables:

  • Protagonistas adolescentes: Tanto Moana como Bucky the Surfer Boy son adolescentes que desobedecen a sus padres y se embarcan en un viaje marítimo para salvar a su gente.
  • Presencia de un semidiós: Ambos relatos cuentan con un semidiós con un gancho gigante y tatuajes.
  • Viaje en el mar y cultura polinesia: Las historias comparten un viaje en el mar, una aventura sobre la cultura polinesia antigua y la representación de creencias polinesias.

Algunos expertos legales argumentan que este fallo podría crear un precedente peligroso, ya que podría permitir que las grandes productoras se inspiren libremente en historias existentes sin temor a repercusiones legales. Otros, sin embargo, defienden la decisión del jurado, argumentando que la cultura polinesia es un bien común y que no puede ser objeto de derechos de autor.

El caso de Moana ha reavivado el debate sobre la originalidad en el cine y los límites del plagio. ¿Hasta dónde se puede inspirar una historia en otra sin violar la ley? ¿Qué sucede cuando las similitudes se basan en elementos culturales compartidos? Estas son preguntas que aún no tienen respuestas fáciles y que seguramente seguirán generando controversia en el futuro.