Redacción | Grupo Marmor
Este jueves, a las 3:01 a.m. CST (hora de México), comenzó oficialmente la primavera en el hemisferio norte, marcando el equinoccio de 2025 un día antes de lo que muchos esperaban.
Aunque tradicionalmente se asocia el inicio de esta estación con el 21 de marzo, este año el fenómeno astronómico se adelantó al 20, una variación que responde a la dinámica orbital de la Tierra y su relación con el calendario gregoriano.
¿Qué es el equinoccio?
El término “equinoccio” proviene del latín aequinoctium (“noche igual”) y describe el momento en que el Sol cruza el ecuador celeste, alineándose perpendicularmente al eje de rotación terrestre. Esto resulta en una distribución casi equitativa de luz solar entre ambos hemisferios, con días y noches de duración similar.
Sin embargo, la NASA aclara que no son exactamente iguales debido a la refracción atmosférica y al tamaño del Sol, que extiende ligeramente las horas de luz.
El equinoccio de primavera ocurre cuando el Sol pasa del hemisferio sur al norte, tocando el “punto vernal”, la intersección entre la eclíptica y el ecuador celeste. Este evento, que tuvo lugar hoy, señala el inicio oficial de la estación en nuestra región.
La variación anual del equinoccio —que puede caer entre el 19 y el 21 de marzo— se debe a la diferencia entre el año sideral (365 días y 6 horas, el tiempo real que tarda la Tierra en orbitar al Sol) y el calendario gregoriano de 365 días.

Para compensar este desfase, se introduce un día extra cada cuatro años (año bisiesto), como ocurrió en 2024. Sin embargo, esta corrección no es perfecta, y la “precesión de los equinoccios” —un leve bamboleo en el eje terrestre— también influye, adelantando gradualmente el evento con respecto al calendario.
En 2024, el equinoccio también fue el 20 de marzo, y la NASA proyecta que seguirá ocurriendo en esta fecha en los próximos años, hasta que en 2102 regrese al 21 de marzo.
Además de su significado astronómico, el equinoccio de este 20 de marzo podría destacar por condiciones climáticas excepcionales. Según la Oficina Meteorológica, las temperaturas podrían superar el promedio, convirtiéndolo potencialmente en el día más cálido del año hasta ahora. A esto se suma el “efecto Russell-McPherron”, que durante los equinoccios facilita la entrada de partículas solares a la atmósfera, aumentando la probabilidad de auroras boreales más intensas en regiones polares.