Redacción / Grupo Marmor
El pasado sábado, la Plaza de Toros Nuevo Progreso en Guadalajara se llenó de emoción y nostalgia cuando Alejandro Fernández, “El Potrillo”, rindió un sentido homenaje a su padre, el legendario Vicente Fernández, en su concierto “De Rey a Rey”.
Con un escenario adornado con dos trompetas y un reflector que iluminaba la figura de Alejandro, el concierto dio inicio a las 21:43 horas, con un público entregado a la primera tonada. El Potrillo, vestido con un elegante traje de charro negro con estoperoles dorados, cautivó a los asistentes con su voz potente y su energía contagiosa.
El repertorio de la noche incluyó un recorrido por los éxitos de ambos Fernández, desde clásicos como “No me sé rajar” y “Hermoso cariño” hasta temas más recientes como “Te miré” y “Tantita pena”. Sin embargo, fueron las canciones de Vicente las que encendieron la pasión del público, creando un ambiente de fiesta y nostalgia.
Alejandro, conmovido, dedicó la canción “El Rey” a su madre, Doña Cuquita, quien se encontraba presente en primera fila. El momento más emotivo llegó cuando una imagen de Vicente Fernández se proyectó en la pantalla, fusionándose con la figura de su hijo en el escenario.
El concierto, que se extendió por más de una hora y media, fue un viaje a través de la música ranchera, con un toque de modernidad. Alejandro Fernández demostró una vez más su calidad como cantante y su respeto por la herencia musical de su padre, creando un espectáculo memorable que unió a la audiencia en un homenaje a uno de los grandes de la música mexicana.