Redacción / Grupo Marmor
Roma, 23 de abril de 2025 – En un momento cargado de emoción y humanidad, Sor Geneviève Jeanningros, monja franco-argentina de 81 años y amiga cercana del Papa Francisco, protagonizó una escena inolvidable durante el velatorio del pontífice en la Basílica de San Pedro. Rompiendo el rígido protocolo vaticano, la religiosa se acercó al féretro del Papa, fallecido el 21 de abril a los 88 años por un ictus, y permaneció a su lado por más de 20 minutos, rezando y llorando en silencio con una mochila verde al hombro. Ni la Guardia Suiza ni las autoridades eclesiásticas interrumpieron su íntimo adiós, respetando la profunda conexión que unía a Jeanningros con Francisco, a quien él apodaba “L’enfant terrible” por su espíritu libre y su compromiso con los más vulnerables.
#Video | ➡️En un momento cargado de emoción y humanidad, Sor Geneviève Jeanningros, monja franco-argentina de 81 años y amiga cercana del Papa Francisco, permaneció a su lado por más de 20 minutos, rezando y llorando en silencio con una mochila verde al hombro 👇
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Miembro de las Hermanitas de Jesús, Sor Geneviève ha dedicado 56 años a trabajar con comunidades marginadas en Ostia, Roma, incluyendo mujeres transexuales, feriantes y personas sin hogar. Su amistad con el Papa comenzó cuando él era arzobispo de Buenos Aires y se consolidó por un dolor compartido: Jeanningros es sobrina de Sor Léonie Duquet, monja asesinada durante la dictadura argentina (1976-1983). A lo largo de los años, ella facilitó encuentros entre Francisco y grupos excluidos, como la histórica visita del Papa al parque de atracciones de Ostia en julio de 2024.
El gesto de Jeanningros, sencillo pero poderoso, resonó como un reflejo del legado de Francisco: una Iglesia humilde, cercana a las periferias y despojada de formalismos. Su despedida silenciosa no solo honró a su amigo, sino que inspiró a millones, recordando que el amor y la autenticidad trascienden cualquier protocolo.