Ulises Diaz || Grupo Marmor
Esta tarde, un inocente cerillo encendido se convirtió en la chispa de una pequeña catástrofe cuando un pequeño niño con aura de Daniel el travieso, decidió lanzarlo por uno de los huecos de una tapa de alcantarilla. Lo que siguió fue una mini explosión que hizo volar la tapa por los aires junto con un poco de “contenido misterioso” (sí, eso que estás pensando 💩).
Por suerte, el pequeño bromista salió ileso, aunque bastante perfumado por los efectos colaterales del experimento. Vecinos aseguran haberlo visto correr con cara de susto y aroma cuestionable.
quizá piense dos veces antes de volver a jugar con fuego… , aunque conociendo a los niños, eso está por verse.