Redacción / Grupo Marmor
Donald Trump ha vuelto a desatar su furia contra figuras de la música que lo han criticado, esta vez dirigiendo sus ataques contra Bruce Springsteen y Taylor Swift. En un mensaje publicado en Truth Social, Trump calificó a Springsteen de “cretino prepotente y desagradable”, “tonto como una piedra”, y “reseco como una pasa”, en respuesta a las críticas del músico a la administración Trump.
Springsteen, durante su gira europea, describió a la administración Trump como “corrupta, incompetente y traidora”, lo que provocó la iracunda respuesta del expresidente. Trump también menospreció el talento musical de Springsteen, afirmando que está “sobrevalorado”. La crítica de Springsteen se suma a su historial de oposición a Trump, incluyendo su apoyo a la campaña de Joe Biden.
En un ataque separado, Trump se dirigió a Taylor Swift, quien apoyó públicamente a Kamala Harris en las elecciones presidenciales de 2024. Sin ofrecer contexto, Trump declaró que Swift ya no está “de moda” desde que él declaró “ODIO A TAYLOR SWIFT”. Esta afirmación se refiere a un mensaje anterior de Trump, donde expresaba su aversión por la cantante. El ataque de Trump a Swift es parte de un patrón de críticas hacia artistas que se han pronunciado contra él. A pesar de su éxito global y su influencia en la cultura popular, la cantante ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses.
Los ataques de Trump contra Springsteen y Swift reflejan su tendencia a desacreditar a aquellos que lo critican, utilizando un lenguaje personal y despectivo. Mientras que Springsteen ha mantenido una postura públicamente crítica hacia Trump, Swift ha optado por una estrategia más sutil, pero igualmente significativa, al apoyar abiertamente a los candidatos demócratas. La reacción de Trump subraya la polarización política en Estados Unidos y la tensión entre la política y el mundo del entretenimiento.