Ulises Diaz || Grupo Marmor
En un video que ha enternecido a cientos en redes, un pequeño cordero protagoniza una escena tan dulce como divertida. El animalito, lejos de conformarse con unas pocas caricias, reclama con suaves empujones y miradas insistentes que la atención continúe. La persona acaricia… se detiene… y él vuelve a insistir, porque al parecer la ternura también dabe exigir.
El clip es una muestra perfecta de cómo la dulzura puede venir con cláusulas no negociables. Porque sí, el corderito es adorable, pero también tiene muy claro lo que quiere: mimos ilimitados, por favor y gracias.
Ideal para quienes pensaban que solo los gatos eran pasivo-agresivos con estilo.