Redacción / Grupo Marmor
Reims, Francia, se vistió de luto para rendir un emotivo homenaje a Sebastião Salgado, el reconocido fotógrafo brasileño fallecido a los 81 años. La ceremonia, celebrada este sábado, coincidió con la inauguración de una exposición del trabajo de su hijo, Rodrigo, transformándose en un sentido adiós al maestro de la fotografía en blanco y negro.
Lélia Wanick Salgado, viuda del artista, y sus hijos, Juliano y Rodrigo, estuvieron presentes, compartiendo recuerdos de un hombre “vivacísimo” y amante de la vida. El salón abarrotado, lleno de amigos, admiradores y colegas, guardó un respetuoso silencio en memoria del legado de Salgado.
El fotógrafo, quien residió en París por más de cinco décadas, dejó un impacto indeleble en el mundo con sus poderosas imágenes en blanco y negro. Sus fotografías, que capturaron la fuerza y la dignidad humana en medio del sufrimiento, trascendieron las fronteras geográficas y se convirtieron en un testimonio del espíritu humano. La lucha contra la leucemia y otros problemas de salud en sus últimos años no opacaron la brillantez de su trayectoria, marcada por un compromiso inquebrantable con la verdad y la belleza en la fotografía. Su muerte representa una pérdida significativa para el mundo del arte, pero su obra seguirá inspirando a generaciones futuras.