Ulises Diaz || Grupo Marmor
Un video viral ha capturado un momento tan sorprendente como curioso: un joven arroja un par de ramas secas desde lo alto de un barranco, esperando que caigan al vacío. Sin embargo, para su sorpresa (y la de millones de espectadores), las ramas quedan suspendidas en el aire, flotando brevemente, para luego regresar y golpearlo en la cabeza.
Aunque parece una escena salida de una película cómica o un truco de edición, lo que ocurre en realidad tiene una explicación científica basada en la mecánica de fluidos. En ciertas condiciones atmosféricas, especialmente en zonas elevadas y con accidentes geográficos como barrancos, pueden formarse corrientes de aire ascendentes generadas por diferencias de temperatura entre capas de aire. Estas corrientes, conocidas como corrientes convectivas, hacen que el aire caliente suba y el frío baje, provocando remolinos o vórtices capaces de suspender objetos ligeros en el aire por unos segundos.
Además, la menor presión atmosférica en la altitud del barranco y la presencia de vientos inestables crean un entorno donde el aire se comporta de forma inesperada. Las ramas, al ser muy livianas y secas, fueron atrapadas por un pequeño vórtice ascendente que las mantuvo flotando antes de soltarlas justo donde estaba el joven.
El video ha generado no solo risas por el desenlace inesperado, sino también interés en cómo la física puede explicar situaciones que parecen mágicas. Es un recordatorio de que la naturaleza, cuando se combina con la casualidad, puede ofrecer espectáculos tan entretenidos como educativos.