Ulises Diaz || Grupo Marmor
Una lamentable escena ocurrió este fin de semana en el municipio de Chignahuapan, Puebla, cuando una mujer de la tercera edad fue impedida de ingresar a la Basílica local por haber llegado apenas unos minutos tarde al inicio de la misa.
Según testigos, la señora, visiblemente cansada, llegó al templo con la intención de participar en la celebración religiosa, pero el acceso le fue negado por parte del personal del recinto. Como resultado, la mujer se quedó de pie afuera, escuchando la misa desde la calle.
La imagen rápidamente circuló en redes sociales, donde usuarios manifestaron su indignación y enojo, criticando la falta de empatía y humanidad por parte de la iglesia. “¿No se supone que la casa de Dios está abierta para todos?”, cuestionaron muchos internautas. Otros señalaron que, tratándose de una persona mayor, debería haberse mostrado comprensión, en lugar de aplicar reglas con rigidez.
Hasta el momento, la Basílica de Chignahuapan no ha emitido ningún comunicado oficial al respecto, pero el caso ha reabierto el debate sobre la necesidad de que las instituciones religiosas actúen con mayor sensibilidad y cercanía hacia su comunidad, especialmente con los más vulnerables.