Ulises Diaz || Grupo Marmor
Ahí está. Estirado como si fuera domingo eterno, con una pierna cruzada sobre la otra y la cabeza apenas ladeada, el papybara yace frente a la chimenea. No sabemos si está meditando, durmiendo o simplemente cocinando… pero lo que sí es seguro es que se está horneando a fuego lento.
Literalmente parece un capybara al horno, de esos de cocción lenta, bien jugoso y con aroma a vacaciones. El fuego le da en el lomo y uno no sabe si va a soltar un suspiro… o empezar a dorarse. Podría estar cocinando unos buenos sueños o una siesta digna de exportación.
Con esa cara de “todo está bien, bro”, se confirma: este capybara no está en modo relax, está en modo legendario. Es más zen que tu maestro de yoga, más tibio que sopa de abuela, y más chill que playlist de lo-fi en domingo por la tarde.
Este no es un animal. Es una vibra. Es un estado mental. Es el asado espiritual que todos necesitamos.