Redacción | Grupo Marmor
Las redadas migratorias impulsadas por la administración de Donald Trump, como parte de su estrategia de deportaciones masivas iniciada tras su investidura el 20 de enero de 2025, han desatado tensión y enfrentamientos en Nueva York y California.
En Manhattan, el 7 de junio de 2025, cerca de 100 manifestantes intentaron bloquear una furgoneta del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) frente al Tribunal de Inmigración en Federal Plaza, arrojando objetos y usando barricadas. La policía arrestó a cinco personas, según The New York Post. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, calificó a los manifestantes como “alborotadores” y prometió perseguir cualquier agresión contra agentes.
Simultáneamente, en Los Ángeles y Paramount, California, los días 6 y 7 de junio, ICE, con apoyo del FBI y la DEA, detuvo a al menos 45 personas en zonas de alta presencia hispana, como el Distrito de la Moda y una tienda Home Depot.
Los operativos, que incluyeron granadas aturdidoras y gas lacrimógeno, fueron denunciados como “ataques terroristas” contra comunidades trabajadoras por activistas y la organización CHIRLA, que reportó detenciones sin órdenes judiciales. La alcaldesa Karen Bass criticó las acciones por generar miedo y contradecir los valores de las ciudades santuario. El Consulado de México activó líneas de emergencia, y una protesta masiva se organizó frente a una cárcel migratoria.
Estas redadas forman parte de “Operation At Large”, un plan de ICE que involucra a 5,000 agentes federales y hasta 21,000 efectivos de la Guardia Nacional, según NBC News, enfocándose en grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Miami y Filadelfia. Organizaciones como United We Dream y expertos como René D. Flores advierten sobre el impacto en comunidades inmigrantes y la falta de debido proceso, mientras la Casa Blanca justifica las acciones como necesarias para “detener la invasión de criminales ilegales”