#VIDEO || Necedad de los motociclistas y el eterno combate contra la calle mojada

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Ulises Diaz || Grupo Marmor

En Tristán Suárez, Argentina, la escena se repite como un ritual tragicómico: motociclistas deslizándose por las calles mojadas mientras los vecinos, ya convertidos en expertos en advertencias inútiles, intentan prevenir lo inevitable.

Cada mañana, los lugareños salen con sus termos de mate y voces de experiencia para gritar: “¡Bajá la velocidad, campeón!”, pero algunos motociclistas, decididos a romper el récord mundial de desoír consejos, aceleran igual. Algunos incluso agregan acrobacias, como si participaran en una versión barrial de Rápido y Furioso: Edición Empapada.

Las calles, con sus curvas cerradas y diseño zigzagueante digno de un videojuego de obstáculos, no ayudan. Aun así, la lógica parece perder siempre contra la adrenalina. Como si las señales de advertencia fueran desafíos personales y no alertas de vida o muerte.

Los vecinos ya piensan en poner carteles más “creativos”, como “Aquí cayó Brian – 2023”, o “Nivel desbloqueado: resbalón con giro”. Tal vez el humor sea el único idioma que entiendan los jinetes del pavimento mojado.