Ulises Diaz || Grupo Marmor
Las intensas lluvias en Querétaro no solo provocaron un socavón en las colonias Puertas de San Miguel y Loarca, sino que destaparon una crisis estructural y administrativa. Al menos doce familias han perdido sus hogares debido a un colector pluvial dañado y una alarmante cadena de omisiones.
La constructora Comebi, responsable del fraccionamiento, nunca entregó la infraestructura al municipio, dejando a los vecinos sin respaldo legal ni patrimonial. Las autoridades, lejos de actuar con urgencia, piden recibos de predial para activar seguros, mientras los damnificados viven entre escombros, incertidumbre y explicaciones que rozan lo absurdo.
El gobierno local atribuye el colapso a daños provocados por fogatas de personas en situación de calle, pero esta versión solo subraya la falta de inspecciones y mantenimiento. Hoy, la intervención de Protección Civil y Obras Públicas llega tarde. Lo que colapsó no fue solo un terreno: también la confianza ciudadana.