Argentina.- Brenda Cecilia Agüero, fue declarada culpable por el asesinato de cinco bebés y la tentativa de homicidio de otros ocho pequeños, por lo que fue condenada a cadena perpetua tras un extenso juicio de seis meses.
Agüero inyectó dosis letales de potasio e insulina a los bebés recién nacidos que no tenían ningún problema de salud, provocándoles paros cardiacos letales.
“Seleccionaba bebés sin factores de riesgo, les administraba sustancias tóxicas y después intentaba resucitarlos para mostrarse como salvadora”, informó el fiscal Raúl Garzón.
Francisco, Benjamín, Ibrahim, Angeline y Melody, fueron las cinco víctimas de la enfermera que trabajaba en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de Córdoba; mientras que ocho bebés sobrevivieron a los ataques, aunque lamentablemente quedaron con secuelas permanentes.
Uno de los testimonios, de la madre de Melody, aseguró “estaba perfecta, llorando. Diez minutos después, me la devolvió sin vida”.
