Lo que parecía una jornada común en una parada de taxis del distrito de Karşıyaka, en Esmirna, Turquía, terminó convirtiéndose en una escena tan trágica como desconcertante. Un taxista sufrió un repentino infarto frente a sus colegas. Al ver a su mejor amigo desplomarse, otro conductor corrió a socorrerlo… pero en un giro tan inesperado como estremecedor, también él cayó al suelo víctima de un ataque cardíaco.
Ambos hombres, amigos inseparables desde hace años y conocidos por su compañerismo, murieron en el lugar. Ninguno logró recibir atención médica a tiempo. La doble pérdida ha conmocionado a la comunidad, que aún intenta comprender cómo dos vidas tan conectadas pudieron apagarse casi al unísono.
El hecho, que ha sido descrito por testigos como “dolorosamente irreal”, ha dado pie a todo tipo de conjeturas: ¿coincidencia, destino o algo más profundo? Lo único cierto es que la amistad entre estos dos hombres fue tan fuerte… que incluso sus últimos latidos decidieron irse juntos.
