En un giro climático impactante, más de 300 mm de lluvia cayeron en solo 24 horas sobre las regiones de Nelson, Tasman y Marlborough, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, entre el 27 y 28 de junio. Las intensas precipitaciones provocaron inundaciones severas, desbordes de ríos y deslizamientos de tierra, forzando evacuaciones masivas y declaratorias de emergencia.
Las autoridades locales calificaron el evento como “histórico”, mientras cientos de familias tuvieron que abandonar sus hogares con pocas horas de aviso. Equipos de rescate trabajaron sin descanso durante la noche, enfrentando calles convertidas en ríos y comunidades completamente aisladas.
Aunque las lluvias han comenzado a ceder, el riesgo de nuevos deslizamientos sigue latente. Se pide a la población mantenerse informada y extremar precauciones. Un recordatorio potente de que la naturaleza, a veces, no avisa dos veces.
Y bueno… ahora sí, en México podemos decir con orgullo: ya casi nos parecemos a Nueva Zelanda… pero en inundaciones.