Jason Momoa, actor y amante declarado del metal, volvió a demostrar que su corazón late al ritmo de los riffs pesados. Durante un reciente concierto de Pantera, el protagonista de Aquaman no se conformó con mirar desde un palco VIP: decidió hacer lo que toda persona de bien haría… y se metió directo al pogo.
Videos del momento captaron a Momoa entre la multitud, empujando y girando con energía, envuelto en sudor, música y pura euforia. Sin escoltas ni poses, solo puro slam y camaradería metalera.
No es la primera vez que Momoa muestra su devoción por el género: ha compartido escenario con Metallica, Iron Maiden y Slayer, y su fanatismo por Pantera es de larga data. Esta vez, sin embargo, se ganó el respeto no solo como celebridad, sino como verdadero hermano del mosh pit.